Crisis y revolución en Europa (una sugerencia de lectura)

En el curso de unas lecturas tan irregulares. diría caóticas, en temas, contenidos y calidades, de vez en cuando alguna sorprende particularmente, no siempre, obviamente, por la misma razón. Es el caso del librito (no llega a 150 páginas) que saco hoy a colación, elaborado por el Observatorio Metropolitano y editado por Traficantes de Sueños, Crisis y revolución en Europa.

Se trata de una atinada reflexión sobre la crisis financiera y las protestas que se desencadenan como consecuencia de las políticas de ajuste económico puestas en marcha para responder a las presiones de eso que se ha dado en llamar "los mercados" pero que en realidad es un grupito relativamente reducido e identificable de agentes económicos. Planes que recuerdan mucho a los tristemente célebres PAE (Programas de Ajuste Estructural) que el FMI obligó a aplicar a tantos países latinoamericanos a cambio de su ayuda en plena crisis de la deuda (años ochenta), con un coste social brutal y que llevó a que esa década sea conocida como "la década perdida", puesto que el retroceso económico fue enorme, sin que realmente se resolvieran los problemas estructurales de la mayoría de las economías latinoamericanas.

Si me ha llamado la atención el libro ha sido por el rigor en el razonamiento, especialmente en el capítulo dedicado a la evolución económica, huyendo de ese dogmatismo tan habitual en la izquierda que le impide a menudo llegar a conclusiones válidas. Cualquier posibilidad de transformación del mundo desde la izquierda debe basarse necesariamente en el análisis riguroso de la realidad, recurriendo incluso, por qué no, a métodos y conceptos ajenos a su tradición intelectual. Así, por ejemplo, se realiza un análisis del caso islandés (tan mitificado y, en la misma medida, falseado), desmenuzando los hechos fundamentales con precisión de cirujano y ofreciendo una versión cabal, verosímil y diría que verídica, de cuanto en Islandia aconteció.

Evidentemente, que recomiende el libro no significa que comparta todos sus extremos: quizá hay cierta complacencia al describir en el segundo capítulo los movimientos de protesta en Europa y norte de África; el capítulo tercero, dedicado a las propuestas concretas constituye todo un programa de debate que puede llevar muy lejos. Pero es una aportación cuando menos interesante. A lo que hay que añadir las especiales características tanto de la autoría como de la editorial (proyecto editorial, como prefieren denominarse). En el primer caso, el Observatorio Metropolitano, se trata de una autoría colectiva que ha realizado ya aportaciones relevantes, sobre todo en el ámbito metropolitano de Madrid (con muchas conclusiones extrapolables a otros entornos urbanos). En el segundo, Traficantes de Sueños, embarcados en una aventura que aúna fondo editorial, análisis crítico y contacto con la realidad, todo ello publicado bajo licencia de Creative Commons.

Probablemente cueste menos leer el libro que este comentario.