viernes, 11 de diciembre de 2009

Sanz y la eurorregión: aislarse de Europa para aislarse de «los vascos»

La globalización es un artilugio del que todo el mundo habla, pero que raramente se entra a definir y acotar. De manera que es habitual utilizar el mismo término para referirse a realidades diferentes, lo que es causa de malentendidos y hasta desencuentros. Yo diría que el problema no está tanto en el proceso en sí, como en su gestión, caracterizada por la ausencia de normas, tras la ofensiva liberal de los ochenta. Ya nos vamos enterando de a qué conduce el mercado cuando se confía ciegamente en él o se le encomiendan funciones que es incapaz de realizar.

viernes, 23 de octubre de 2009

Educación, ¿para qué? ¡Que piensen otros!

Uno de los tópicos más socorridos por políticos, planificadores y analistas es el de la importancia de la educación y la investigación. No hay plan, propuesta, acuerdo o negocio político que se precie que no contenga el consabido panegírico de tales categorías. Otra cosa es la práctica. Diríase que hemos llegado a un punto en que lo que cuenta es generar un titular o un discurso de veinte segundos, sin que importe lo que venga detrás, su contenido real y su efectiva plasmación práctica. Quizá es que hemos pasado ya de la democracia de audiencias a una democracia (o lo que sea) de titulares o de propósitos, en la que sólo importa su mera enunciación.

domingo, 30 de agosto de 2009

Canícula foral

Hay épocas del año particularmente propicias para perderse por andurriales en los que no es fácil acceder a la prensa habitual, especialmente la más cercana. La ausencia de información resultante tiene también sus ventajas. Además de ser un ejercicio higiénico, a la vuelta, al repasar la hemeroteca, se ven los acontecimientos con más desapego y dosis mayores de sorna y hasta escepticismo; también es más fácil extraer lo fundamental, así como apreciar con mayor nitidez las posiciones relativas de los distintos medios y su manera de informar, pero también de desinformar, manipular y hasta definir pautas, que de todo hay.

miércoles, 3 de junio de 2009

El sueño de la sinrazón produce monstruos: la Iglesia católica y sus problemas con el sexo

Estos días se ha hablado mucho de las declaraciones de Cañizares que, recordemos, ya no es simplemente un ordinario diocesano, sino miembro de la estructura de gobierno de la Iglesia católica, una especie de ministro de la única dictadura (subtipo monarquía absoluta y teocrática) que subsiste en Europa. Cañizares comparaba el ejercicio del derecho al aborto por parte de muchas mujeres (allí donde pueden ejercerlo, que no es el caso de Navarra) con la bárbara conculcación de derechos de menores por parte del clero católico irlandés, en una macabra versión del tradicional «y tú más» con que se suele pretender tapar las vergüenzas propias, ante la evidencia palmaria de que la Iglesia lleva siglos regando de víctimas los campos en los que ha ido sentando sus reales.

lunes, 1 de junio de 2009

El azul es tu color

Los sondeos electorales publicados estos días coinciden —además de en el, seguramente interesado, enfoque polarizador PSOE-PP— en apuntar dos datos nada inesperados en la actual coyuntura política y social. En primer lugar, una elevada abstención, fruto de la distancia con que se contempla la Unión Europea, todavía adoleciente de un déficit democrático que la convierte en presa fácil de los tejemanejes de los gobiernos y la aleja de la opinión pública. En segundo lugar, los sondeos pronostican una victoria del PP. En este caso lo que sorprende es el margen tan escaso de ventaja. Este es el panorama general y es lo que los partidos del fáctico frente nacional (español, por supuesto) están interesados en transmitir, intentando generalizar la impresión de que todo se ventila a dos. Sea cual sea el resultado (esta semana ambos intentarán movilizar un voto negativo y resignado, azuzando el miedo a que gane el otro), es un ejemplo más de la versión posmoderna del canovismo que poco a poco van implantando: turnarse en el poder en Madrid y compartirlo en las comunidades autónomas, especialmente allí donde una parte significativa de la opinión pública puede llegar a pensar —cuánta maldad— que estarían mejor con otro marco jurídico y vital.

domingo, 3 de mayo de 2009

El Gobierno de Navarra, sus planes y las cifras de empleo

Que UPN no ha tenido realmente un proyecto económico para Navarra (más allá del engorde de determinadas rentas y beneficios, en su estilo cortijero y caciquil) es evidente. Que, quizá por eso, se ha dedicado a hacer una política económica irresponsable es, a estas alturas, una obviedad; sus desmanes pasaban sin mayor problema (y con el beneplácito de la otra pata parlamentaria del régimen, el PSN), sumergidos en la ola de la bonanza económica y el buen comportamiento de los ingresos. Que tales desmanes son muy regresivos, resultando en un debilitamiento del sistema de prestaciones sociales y perjudicando en mayor medida a las capas sociales más desfavorecidas, se empieza a ver ahora que la coyuntura es bien distinta y adversa. La intensa destrucción de empleo en los últimos meses tiene mucho que ver también con la ausencia de una política industrial digna de tal nombre, que ha relegado a Navarra a la categoría de región manufacturera, sin centros de decisión ni tecnológicos, dando lugar a la generación de empleos precarios y de mala calidad en instalaciones industriales que son meros talleres de montaje final.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Crisis y vivienda en Navarra: ¿no hemos aprendido nada?

Cuando surgen desajustes en los mercados y los precios evolucionan sin relación con la situación real, hasta un economista es capaz de predecir que terminará por darse un ajuste que lleve las cosas a términos más sensatos. Y eso ocurre de forma automática. Pensemos en el mercado de la vivienda. Los precios no han dejado de subir durante bastante tiempo. A la vez, el parque de viviendas crecía más y más. Sin embargo, todo se vendía. ¿Por qué? Simplemente porque existían expectativas de que los precios seguirían creciendo (buena parte del funcionamiento de la economía descansa en comportamientos irracionales como ese). Es la esencia de las «burbujas» (bursátiles o inmobiliarias, por ejemplo). Cuando, por diversas razones, se hace evidente que la situación no es sostenible y la gente empieza a desconfiar, se deja de comprar viviendas y se sacan al mercado las que pueda haber en stock. Aflora, pues, el exceso de oferta y los precios empiezan a caer. El ritmo puede variar. Así, los ajustes bursátiles suelen ser bruscos, mientras que los del mercado de la vivienda son normalmente más duraderos.