viernes, 29 de julio de 2011

Calibán y la bruja: una sugerencia de lectura

Conseguida la igualdad de sexos en los textos jurídicos (y todavía hay asperezas que limar, reflejos que corregir, hábitos que erradicar), no llegamos a ser conscientes de la invisibilidad de las mujeres en los procesos históricos, políticos, económicos, culturales y sociales. No porque no hayan participado en los mismos, no en vano son la mitad de la Humanidad, sino porque esos procesos han sido, no ya, pues, protagonizados, sino descritos, contados, juzgados, por varones, con pluma de varón y con una visión masculina. Hay un trabajo ingente que hacer para sacar a la luz, visibilizar, a las mujeres. En esta tarea, el trabajo de algunas historiadoras feministas es loable y digno de consideración, no sólo social o cultural, sino científica.

jueves, 14 de julio de 2011

La despedida de los gigantes y la fagocitosis municipal

Desde hace muchos años, coincidiendo, y no por casualidad, con gobiernos municipales de derechas, se observa una tendencia a ir vaciando los sanfermines de cualquier contenido espontáneo, autoorganizado y no digamos ya reivindicativo. A veces se consigue mediante la nuda prohibición; otras, "administrativizando" el evento incluyéndolo en el programa oficial y entrando a saco, en consecuencia, en su diseño, organización y pautas de funcionamiento. Esta vía es particularmente cara a la derecha, que tiene tanto horror, no ya al caos, sino simplemente a la libertad o la espontaneidad, como la naturaleza al vacío. Un horror vacui genético que le lleva a "ordenar" (en su doble sentido de orden y de ordenanza, y ello a pesar del mito liberal antiintervencionista) cuanto se le pone por delante. Así ocurrió en su día con el txupinazo o con el pobre de mí. Así se pretendió con el riau-riau que, finalmente ingobernable, fue suprimido. Hay muchos otros ejemplos de esa obsesión por encorsetar cualquier evento en el estrecho y agobiante marco del programa oficial. Este año le ha tocado a la despedida de los gigantes.